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La marihuana es una mezcla de flores y hojas secas que viene de las plantas cannabis sativa y cannabis indica. Generalmente se fuma como un cigarrillo para obtener un efecto psicotrópico o narcótico. Algunas personas suelen mezclar la marihuana con comida o la usan para preparar infusiones de té, aceites o cremas.
El químico activo principal en la marihuana es el THC (delta-9- tetrahidrocannabinol). El cual trabaja en la misma forma que muchos químicos naturales. En 1988 el mundo descubrió que las membranas de algunas células nerviosas contienen receptores de proteína que retienen el THC. Una vez asegurado en su lugar, el THC inicia una serie de reacciones celulares que al final llevan a la euforia que los usuarios sienten cuando fuman marihuana.
La marihuana ha sido utilizada como medicamento durante más de cinco mil años y gracias a la investigación científica, cada año se sabe más acerca de sus innumerables usos terapéuticos. Gran parte de la colección de un museo llamado The Hash Marihuana & Hemp Museum, localizado en Amsterdam, está compuesta de enseres medicinales antiguos que ofrecen a los espectadores una visión totalmente distinta de la historia de la medicina y de la farmacología.
En ese sitio se pueden encontrar cuadros de doctores atendiendo a clientes que se remontan al siglo XVI, una época en la que el cannabis era parte de cualquier botiquín de medicina. Las fuertes cualidades psicoactivas de la planta fueron descubiertas en Europa en el siglo XIX, las raíces y hojas del cannabis eran usadas en cataplasmas para aliviar articulaciones inflamadas, agarrotadas o doloridas.
El descubrimiento medicinal del cannabis llegó por accidente. Uno de los usos más tempranos por el ser humano fue el consumo de las semillas de marihuana, que se desarrollan dentro de las flores polinizadas de la planta femenina del cannabis.
Dichas flores, así como las pequeñas hojas que las rodean, están recubiertas de unas pequeñas glándulas resinosas que contienen cannabinoides, el componente activo medicinal de la planta que es utilizado generalmente para tratar ya sea una enfermedad o un síntoma.
Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration o FDA) no ha reconocido o aprobado la planta de marihuana como medicina, esta ya se utiliza con fines terapéuticos desde hace más de cuatro mil años.
Aunque la evidencia científica indica que es útil para aliviar síntomas de decenas de enfermedades, muchos están en contra de legalizar una droga, aunque sea por cuestiones de salud, y menos usarla en niños con enfermedades terminales. Todo esto ha desembocado en que surja un gran debate en el mundo en referencia a la legalización o prohibición de la misma.
Los partidarios de que la marihuana sea legalizada hablan sobre la multitud de beneficios que esta tiene como analgésico y como auxiliar en los dolores de los pacientes que se someten a tratamientos de quimioterapia o altas radiaciones, mientras tanto sus opositores, enfatizan que la ciencia aún debe probar que el uso de la droga es seguro, algo que a su vez se dificulta con las distintas prohibiciones en algunos países o estados y la falta de inversión en investigación.
Esta planta que podría ayudar con todo, desde el glaucoma a la esclerosis lateral amiotrófica, podría también contener ciertas amenazas para el corazón, pulmones y cerebro según los expertos.
La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), considera a la marihuana es una droga de la categoría I de sustancias controladas, lo que la enmarca con un alto potencial de generar adicción, no tiene un uso médico aceptado en el país y su consumo no es seguro.
Como se decía anteriormente, la postura de la DEA le ha hecho muy difícil a los científicos llevar a cabo ensayos clínicos sobre la droga. En el 2009, la Asociación Médica Norteamericana exhortó a su gobierno a revisar esa clasificación de la marihuana con el objetivo de facilitar la realización de distintas investigaciones médicas y el desarrollo de medicinas basadas en la planta cannabis,
En estos últimos tres años, más de seis mil estudios sobre el cannabis han sido publicados en revistas científicas en Estados Unidos. La mayor parte de las investigaciones se enfocan en los efectos de la planta en el sistema endógeno que reconoce los principios activos de la cannabis. Éste se encuentra distribuido en el sistema nervioso central y ha despertado la curiosidad de muchos investigadores, cuyos estudios apoyan la idea de que el sistema endocanabinoide desempeña un papel muy importante en el procesamiento de ciertos neurotransmisores.
Por otra parte la marihuana tiene un bajo nivel de adicción, las estimaciones en estudios realizados la situan en un 9% de los usuarios. Y como NORML señala “el consumo de marihuana, sin importar la cantidad, no puede conducir a una sobredosis fatal”. Los expertos señalan que se necesitan más investigaciones para determinar los beneficios verdaderos de la marihuana y sus efectos a largo plazo, tanto si es usada de forma recreativa o si por el contrario es usada para propósitos médicos.
Marihuana medicinal usos
El interés por la marihuana medicinal está creciendo exponencialmente en muchas partes del mundo. Los envases modernos varían desde cigarrillos de cannabis en bolsas de plástico precintadas con un sello de farmacia que es estampado, a frascos de plástico blanco con la etiqueta “Cannabis Flos” con sus tapas amarillas para diferenciarlas, tal y como se suministran bajo prescripción médica en Holanda. De hecho, hay bancos de semillas como Sensi seeds que identificando los nuevos gestos del mercado de la marihuana medicinal, han decidido empezar a elaborar productos como Aceite de CBD 3% SensiSeeds.
Las aplicaciones medicinales para la marihuana crecen año tras año. Hablaremos de algunos de estos usos, todos ellos basados en estudios científicos publicados.
Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que no puede ser curada y causa daños en el nervio óptico llevando al paciente a una ceguera irreversible. Uno de los principales factores causantes de esta enfermedad es la presión intraocular, alta presión de los fluidos del glóbulo ocular. Se ha demostrado que el cannabis contribuye a disminuir la presión intraocular, reduciendo así el riesgo de daños al nervio óptico y frenando el avance de la misma.
El glaucoma es la segunda causa de ceguera en los Estados Unidos. Esta enfermedad puede ser tratada de manera muy fácil y efectiva con marihuana, ya sea fumada, ingerida o vaporizada. Aproximadamente la mitad de los pacientes con glaucoma no tolera bien los fármacos prescritos para su enfermedad y, en el caso concreto de las gotas, muchos pacientes no se las administran de manera adecuada ni con la frecuencia necesaria para que el tratamiento sea efectivo.
Cáncer y sida
En lo que refiere al cáncer y tratamientos contra el SIDA, la Marihuana se ha mostrado muy valiosa para muchos pacientes de cáncer, ya que estimula el apetito y reduce las náuseas de manera significativa, un efecto muy común de la quimioterapia y la radioterapia. Esto resulta muy importante para mantener el peso corporal y la salud, dando al paciente mayores oportunidades para poder luchar contra su enfermedad.
Lo mismo puede decirse de aquellos pacientes enfermos de VIH, ya que muchos de los medicamentos para tratar la enfermedad causan también náuseas y pérdida de peso. Los antieméticos y medicinas estimuladoras del apetito tienen mayores efectos secundarios que el cannabis y se han mostrado inseguros en combinación con otros fármacos prescritos al paciente para su enfermedad.
Dolencias crónicas
La artritis, reumatismo, fibromialgia y afecciones inflamatorias causan inflamación, agarrotamiento y dolor en las distintas articulaciones o músculos. Cuando el cannabis se ingiere, actúa como un antiinflamatorio natural y también posee propiedades analgésicas (alivio del dolor sin pérdida de la conciencia). Estudios médicos demuestran que el uso de la marihuana reduce la inflamación y la rigidez en la mañana incrementando la movilidad del individuo que la consume. Los fármacos prescritos a pacientes que sufren artritis con el mismo fin tienen a menudo efectos desagradables e incluso peligrosos, incluyendo úlceras, pérdida grave de peso corporal y problemas respiratorios.
No obstante, antes de empezar cualquier tratamiento con marihuana medicinal, es importante consultar a un especialista para que nos receten las pautas y dosis adecuadas para tratar la enfermedad.
Variedades Marihuana Medicinal
La elección de variedad de cannabis que es mejor para un individuo en particular o condición puede ser muy complicada. Muchos pacientes nunca han probado la marihuana antes de descubrirla como un medicamento. Incluso para aquellos que sí lo han hecho, no siempre se traduce en conocer la variedad más adecuada de cannabis para necesidades médicas específicas.
Al elegir una variedad de marihuana medicinal, es útil tener una comprensión básica de las diferencias entre las variedades en términos de sus aplicaciones médicas. Todo cannabis psicoactivo contiene los principios activos conocidos como cannabinoides, pero las proporciones de los dos principales cannabinoides en las distintas cepas crear diferentes efectos cuando son ingeridos.
En cuanto a los efectos mensurables sobre el cuerpo, y la investigación de los efectos, los dos principales cannabinoides son el THC (tetrahidrocannabinol), y el CBD (cannabidiol). En variedades de cannabis utilizadas para la elaboración de medicamentos, el THC hace que la mayoría de los ingredientes estén activos, mientras que el CDB representa una fracción mucho más pequeña.
Las variedades de cannabis más indicas con niveles muy altos de CBD están en auge y algunas hacen que los pacientes puedan experimentar los beneficios del cannabis medicinal, sin experimentar un efecto psicoactivo fuerte.
La relación de los dos principales cannabinoides en cierta medida va a explicar los diferentes efectos de las numerosas cepas, así como, la gama excepcionalmente amplia de condiciones que pueden ser tratados con marihuana medicinal.