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Cuando nos referimos al cultivo de interior tenemos que tener en cuenta una máxima: cuanto más tiempo se alargue el cultivo más dinero nos costará. Esto no suele ser así en los cultivos de exterior debido a que tanto el agua como la luz nos lo proporciona la madre naturaleza y, por ende, son prácticamente gratuitos.
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Por ello, en los de interior debemos de reducir los tiempos todo lo que podamos, de tal suerte, que cuando menos tiempo tardemos mejor será para nuestro bolsillo. Si quieres informarte más acerca de esto, puedes consultar nuestra guía sobre el cultivo de interior.
Para ello, una de las mejores soluciones son los sistemas hidropónicos de tal forma que lograremos controlar los ciclos, aumentar la cosecha y sacar un rendimiento mayor a nuestro espacio. De hecho, los cultivos hidropónicos no son solo cosa de los cultivadores de marihuana, sino que científicos de todo el mundo los utilizan para controlar las condiciones ambientales intactas mientras se dedican a estudiar los vegetales.
No obstante, no creas que esta clase de cultivos solo es para profesionales, también pueden ser muy útiles para los cultivadores principiantes ya que permiten una reducción considerable del área de cultivo, siendo este uno de los mayores hándicaps que existen.
Sin embargo, debes saber que la principal ventaja radica en el crecimiento tan explosivo que se produce en las raíces, lo cual tendrá como consecuencia que la planta crezca más y la cosecha sea mucho mayor.
Los cultivos hidropónicos son aquellos que sea han desarrollado en suelos inertes, como el de la fibra de coco o la lana de roca, también entra de esta categoría la arlita.
Ventajas de los sistemas hidropónicos
Tienes que tener en cuenta que siempre que se den las condiciones óptimas una planta crecerá bien. El problema, ya que esto en primera instancia parece algo muy sencillo, es que, al sustrato tradicional, es decir, la tierra común le cuesta mucho proporcionar estas condiciones. Esto se debe a que el PH, las bacterias y la proporción de nutrientes varía con el paso del tiempo y de determinados acontecimientos. Sin embargo, la gran ventaja de la hidroponía es que puedes ajustar las variables ambientales y del propio suelo a los valores que tú quieras, pudiendo tener una precisión milimétrica.
Otras ventajas del cultivo hidropónico
Un gran aumento en la cosecha, que sobre todo se debe al mayor desarrollo del sistema radicular.
Se reduce el ciclo vegetativo: lo que minimiza los tiempos de cultivo y se produce un ahorro energético.
Se aprovecha todo el potencial de la planta
Se controla la nutrición de la planta hasta el máximo detalle
No obstante, no creas que estos sistemas que contienen una gran cantidad de agua te van a permitir escaquearte del cuidado de las plantas, todo lo contrario, como el metabolismo está potenciado se requiere de un grado de atención máximo. No se trata de ahorrar tiempo de mantenimiento, sino de lograr que los resultados sean mucho mejores.
No obstante, además de conocer las ventajas, debes saber más cosas, como, por ejemplo, que sustrato elegir.
Tipos de sustratos inertes
Como primer aprendizaje, haremos una breve referencia al sustrato de coco. La fibra de coco se caracteriza por ser un sustrato inerte que procede del cocotero, de su fruto y están conformados por los filamentos y el polvo que sobra de su tratamiento.
El coco presenta varias ventajas frente al sustrato de tierra convencional, no obstante, tienes que tener en cuenta que como todo suelo inerte deberá ser abonado ya que él no puede proporcionarle alimento por sí sólo a las plantas.
La principal ventaja consiste en que es un medio muy esponjoso por lo que la raíz crece con una velocidad extraordinaria. Además, contiene trichoderma natural que ayuda al sistema radicular y mejora las defensas de la planta.
La lana de roca es otro tipo de sustrato inerte muy popular, pero antes de utilizarlo deberás estabilizar el PH del mismo ya que es cercano a 7. Para ello, se han de sumergir los diferentes slabs en una solución de entre 4 y 5 de PH con un EC de 0,5-0,6. Una vez hayas realizado esta acción podrás empezar el cultivo. El tiempo de estabilizado deberá ser unas 24 horas.
Para germinar las semillas de marihuana, deberás utilizar dos servilletas previamente humedecidas entre dos platos para que la humedad se mantenga constante. Una vez salga la raíz podremos trasplantarla con seguridad. No obstante, ten cuidado con la raíz no vaya a ser que la rompas. Si quieres saber más, puedes visitar este otro artículo de nuestro blog, sobre ¿cómo germinar semillas de marihuana?.
Tienes que tener en cuenta que nos hallamos en el punto medio de un sistema hidropónico y uno tradicional por lo que es ideal para los principiantes, para que se vayan acostumbrando a los sistemas hidropónicos. Recuerda que al ser un sustrato inerte debes aportarle los nutrientes necesarios a través de los correspondientes fertilizantes.
La arlita no solo se utiliza en la hidroponía sino también como aislante térmico en muchas construcciones, lo cual no quiere decir que desempeñe mal su papel. La arlita es arcilla expandida que mezcla arcilla con hierro, siendo su tamaño de entre 5 milímetros y 15. No obstante, al igual que con la lana de roca resulta necesario estabilizarla. Para ello, usaremos agua con un PH de 5,5 durante unas 24 o 48 horas.
Tienes que tener en cuenta que es un sustrato inerte muy oxigenado por lo que las raíces se adhieren muy bien en el momento en que entran en contacto con el agua. El EC tiene que ser menor que el de fibra de coco. Además, señalar que cuando hagamos un lavado de raíz será necesario que utilicemos un depósito auxiliar. Cómo sabemos que puedes necesitar más información al respecto, puedes consultar este artículo sobre cómo usar la arlita en tu cultivo.
¿Cómo montar mi propio cultivo hidropónico?
En primer lugar, ten cuidado con las filtraciones ya que vas a trabajar con un volumen de agua considerable y si el agua se filtra puedes acabar formando un destrozo importante. Una vez hayas tenido en consideración esta recomendación lo primero que debes hacer es limpiar y desinfectar el espacio en el que se va a proceder al cultivo. Este paso es muy importante para evitar la aparición de hongos y bacterias que dañen la planta.
La mesa de cultivo puede ser de varios tamaños, aunque por norma general se utiliza una mesa de un metro cuadrado. Una vez hayas colocado la mesa en el lugar adecuado procederemos a realizar el sistema de riego, para lo cual necesitaremos un tubo de riego de unos 20 milímetros cortando cuatro trozos de un metro de longitud cada uno. Uno de los tubos lo utilizaremos como principal para obtener el ramal del cual saldrán los otros tres. Este principal lo dividiremos a su vez en tres (longitud: 20, 40 y 20) para poner en cada corte una «T» y al final del último deberemos poner un codo. Ya hemos preparado el ramal para insertar los otros tres tubos. Una vez hayas insertado los tres tubos secundarios en el principal deberás cerrarlos con tapones para evitar fugas.
Ahora debemos montar los micro tubos los cuales se insertarán en los tubos de 20 que hacen de ramales secundarias. Para evitar que salgan disparados por la presión conviene que hagamos un agujero con un punzón en los principales. Una vez hayamos hecho 10 agujeros para insertar los 10 microtubos, haremos 5 más en el último para insertar otros 5 microtubos.
A los microtubos deberemos ponerles los respectivos goteros de unos 4 litros la hora para así controlar la cantidad de agua que riega. Una vez hayamos seguido todos los pasos deberemos de realizar un último, debemos de conectar un extremo de la manguera al ramal principal y el otro a la bomba de agua. Por último, distribuye los slabs de lana de roca y ya tendrás tu sistema hidropónico.
Existen en el mercado marcas como Wilma que nos ayudan a realizar nuestro sistema hidropónico con muchísima facilidad. Un ejemplo es el Wilma Compacto, pensado para ocho plantas y perfectamente preparado para empezar con el cultivo.
Los diferentes sistemas que existen
Generalmente, podemos decir que existen dos clases de sistemas: los que utilizan el sistema de flujo y reflujo y los que utilizan el riego por goteo. El primero de ellos consiste en que la solución sube del depósito a la bandeja. De esta forma, se llena en intervalos lo más regulares que se puede.
Normalmente, los depósitos de agua se colocan debajo para ahorrar espacio. Tienes que tener en cuenta que gracias a este sistema se consigue una oxigenación fantástica, lo cual es lo más idóneo a la hora de tener un sistema hidropónico. Eso sí, es difícil de instalar.
Por el contrario, los sistemas de riego por goteo llevan la solución de forma individual a cada slab. Permiten controlar de una forma eficiente la cantidad de agua que le llega a la planta y suele utilizarse con planchas de lana de roca o de fibra de coco. La ventaja es que son muy fáciles tanto de instalar como de usar, no obstante, la oxigenación no es tan buena como en los de flujo.
Además, se produce un problema con el medio por lo que al final de cada cosecha se tiene que cambiar por completo. Esto te puede traer inconvenientes en un piso ya que tus vecinos sospecharán.
Por último, conviene que conozcas los sistemas aeropónicos, inventados por la Universidad de Davis en California. Se caracterizan por el hecho de que el desperdicio de agua es mínimo, teniéndose que cambiar solo un par de veces por cada cosecha.
Para que esto sea posible es necesario utilizar bombas muy potentes las cuales atomizan el agua. Además, del ahorro en agua también tienes que tener en cuenta que apenas generan residuos por lo que los materiales puedes utilizarlos una y otra vez, como, por ejemplo, la arcilla. De esta forma reducimos el gasto y no generamos tantas sospechas entre nuestros vecinos.
Para los más atrevidos, existen sistemas preparados para adentrarse en la aeroponía como el Panda Aero System. Sin duda, es una inversión notable pero que hará las delicias de todo tipo de cultivadores.
Es importante remarcar que si tienes un cultivo hidropónico debes controlar los parámetros del agua, siendo los principales la salinidad y el EC, la dureza, el nivel de oxígeno, el PH y la temperatura de la misma.
Si quieres hacer un cultivo profesional necesitarás un equipo de ósmosis inversa como el Filtro Osmosis Sealth, no utilizar directamente el agua del grifo, aunque es lo que hace la mayoría de la gente. También tienes que tener en cuenta que la mayoría de la gente no obtiene grandes resultados. Comprueba regularmente la solución ya que puede variar debido a diversos factores. El equilibrio es fundamental para lograr buenos resultados que nunca conseguirás si no pones el suficiente empeño.
En conclusión, un cultivo hidropónico siempre será una excelente idea si lo que estás buscando es mejorar de forma exponencial tus resultados. Tienes que tener en cuenta que vas a manejar cantidades considerables de agua, por lo que has de tener cuidado con las filtraciones. Además, deberás elegir con cuidado el sustrato que utilizas siendo los más usados los que hemos comentado en el artículo. Recuerda que si vives en un piso debes enmascarar el olor de la marihuana para que tus vecinos no te causen molestias. Para saber más acerca de esto, puedes leer esta entrada sobre cómo evitar el olor en el cultivo de marihuana. A pesar de que el cultivo es legal en algunos países no lo es en todos por lo que infórmate de las leyes de tu país.